24 de diciembre de 2015

Steve, ingeniero de puentes



La película de Spielberg me ha gustado. Más por su factura que por su historia. Es una historia muy americana, como decían mis acompañantes en la sala, y como muchas de las películas de Hollywood acaba con un final feliz.

La factura me ha parecido magistral, digna de estudio, porque las propuestas visuales son muy clásicas, pueden ser reconocidas, nombradas y aisladas como elementos de una gramática cinematográfica.

Su planificación tiene sentido, la colocación de la cámara siempre aporta información al espectador. La altura de la cámara, el encuadre, el movimiento toman partido y ofrecen datos significativos para que avance la narración. 

El tratamiento minucioso de los objetos en pantalla, como en otras películas del mismo director, emociona, los planos detalles bien realizados y bien ordenados nos permiten discurrir por la estructura visual de la película. 
Por ejemplo las monedas y sus planos detalle, los objetos inanimados, que son piezas clave del guion, cobran todo el sentido. 

La secuencia de inicio es todo un acierto narrativo. El espía soviético, su rostro lo conocemos por el reflejo de su imagen en un espejo, y por su autorretrato pictórico antes que por un plano directo de su cara. El carácter de un espía queda descrito con esta serie de imágenes reflejo de personalidades simuladas.

En la historia, estoy en desacuerdo con el final. No creo que exista la posibilidad de regreso a casa de un héroe sin cicatrices, sin pagar ningún precio por su ausencia del hogar. 
En esto se contradice con el héroe de Centauros del Desierto, que tras pasar años en la frontera en busca de una prisionera capturada por el enemigo, se desgasta emocional mente y no puede volver al hogar, no pasa del porche al salón, y se queda errante y habita en exterior de la casa.




El director de fotografía es Janusz Kaminski, que ha hecho la fotografía de la mayoría de las películas de Spielberg. Ha ganado dos premios Óscar por “Salvar al Soldado Ryan” y “La Lista de Schindler”. Podemos conocer algo más del proceso de trabajo de iluminación, de creación y de fotografía de Janusz Kaminski aquí.

El responsable de sonido es Gary Rydstrom, que ha trabajado para una historia que tiene poca música según las pautas dadas por el director.




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