17 de febrero de 2015

Salgado, un optimista retratado por Wenders


He pasado dos horas mirando la pantalla sin pestañear, me ha encantado el documental. El fotógrafo que nos coloca frente a lo más oscuro de nosotros mismos, como hombres. Sus imágenes nos hacen ver los horrores que es capaz de desencadenar el ser humano.

La entidad familiar es el concepto vital que marca el guión. La familia como eje vertebral que permite transitar por el horror, sin ser arrastrado por él y retornar dede el infierno para embarcarse en el optimismo abanderado por la ecología.

Aunque la proyección no ha sido buena, pantalla no muy grande y con el foco al límite, las fotografías en blanco y negro resultaban impactantes, humanas descarnadas, etc. Cada una de ellas tienen dentro una lección de luz y de encuadre.

Un efecto que no me gusta es el encadenado del rostro del fotógrafo sobre sus propias fotografías cuando las comenta, recordando el tiempo de su toma. Puede tener todo tipo de justificaciones pero no me gusta.

Wenders elige con acierto los amigos de viaje, como diría un antiguo compañero. Aquí hemos dado cuenta de algunos de ellos (Peter Handke , Bausch, etc.). Y este fotógrafo es una de esas mentes brillantes que dignifican al ser humano.

Optimista a rabiar, las imágenes de este documental nos llevan del horror a la esperanza. La biografía de este fotógrafo contada por este realizador convierte una fría tarde de invierno en una cálida selva de primavera.



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