20 de abril de 2014

Detectives de buena fe

La cabecera resulta inquietante y resume con su propuesta estética la atmósfera de la serie. Siluetas humanas que se rellenan con grandes e inquietantes espacios abiertos. Grandes campos que conforman forman la piel de las personas. Las sombras llenas de espinas lejos de cualquier camino. 



True Detective es una serie que me ha entretenido. Cuenta la historia de dos profesionales de la investigación que buscan las causas, los responsables de una serie de asesinatos infantiles. Intentan localizar y dar sentido a signos y símbolos que pasan desapercibidos al entorno social más normal.
Son dos outsiders, dos personajes que se encuentran al borde de la ley, al borde de lo social, en la incierta frontera que separa lo normal de lo anormal. Me han recordado a la película Centauros del desierto, esa historia en la que el héroe busca en terreno de nadie a la sobrina raptada y cuando vuelve a casa, se queda en la puerta, su regreso al hogar es imposible. Los dos detectives hablan de la maldición del detective, que les impide tener una vida familiar normal.

Toda la historia marcada por la búsqueda de niños desaparecidos, que son como engullidos por la naturaleza, por la exuberante e inmensa vegetación que puebla los pantanos de Louisiana.

Muestra el carácter de los personajes, haciendo muy evidente la transformación que en ellos hace el tiempo: trajes entallados y limpios en los primeros días y des composición en el vestir marcada por el transcurso del tiempo. Las corbatas dejan de estar bien anudadas, las chaquetas no pueden cubrir con honestidad la barriga o desaparecen, las camisas pierden toda función ornamental y se convierten en prendas funcionales que apenas sirven para cubrir el cuerpo.

Este trabajo de estilismo con el de maquillaje nos permite transitar de tiempos pasados a tiempos presentes sin problemas. La construcción de los flasback no encuentra ningún obstáculo.

El gran número de localizaciones exteriores, en las que la naturaleza, los ríos y la vegetación son protagonistas hace diferente a la serie. Grandes planos generales en los que un coche se pierde en un camino, son recursos habituales para el realizador. Y nos remontan al bosque inquietante de Twin Peaks. Los pantanos encubren hombres muertos, la sangre seca mancha las paredes de casas abandonadas. El agua, el río, la lluvia también son protagonistas.

Las entrevistas que realizan, los de asuntos internos de la policía a los detectives son como el confesionario de un reality. Y como en estos programas nos lleva por todos los puntos de vista posibles: uno ajeno, el de uno de los policías, el otro, la cámara que graba, los personajes, etc.

Es una serie de ocho capítulos que nos han vendido bien. El trabajo de mercadotecnia ha sido muy acertado, los publicitarios nos hablan de sus autores el creador Nic Pizzolatto y director Cary Joji Fukunaga como si perteneciesen a la Nueva Ola Francesa. Y nos muestran fragmentos de su trabajo como verdaderos hallazgos narrativos, como este plano secuencia del capítulo cuatro:


Un ejemplo de explicación del trabajo del director, nos recuerdan en notas de prensa cómo se realizó y cuál fuel el criterio base del director en la concepción narrativa: que el sonido fuese la estructura que soporta la continuidad del plano secuencia.
Tal vez lo más emocionante fue comprobar lo que se podía hacer con el trabajo de sonido; no seríamos capaces de ver con claridad lo que estaba pasando fuera, pero seríamos capaces de escucharlo...  Cary Fukunaga, director of True Detective. How we got the shot: Cary Fukunaga on True Detective's tracking shot.

Para los que quieran rebuscar en las sombras del trabajo de realización de la serie queda el siguiente vídeo. 

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo con la indumentaria. A mi tb hay momentos q me transportan al universo Lynch; desde la vigilia pero a punto de perderme en las pesadillas

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