La sala con media entrada, los espectadores son de edad avanzada. Tras el tráiler, el silencio se apodera del lugar y la pantalla se funde a negro. Nos encontramos en las calles de Marsella, en un barrio humilde de esta ciudad mediterránea. ''Que la fiesta continúe" la última película de Robert Guédiguian.
A los actores ya los conozco, me resultan familiares de otras veces. El grupo de Marsella.
Los personajes van poblando poco a poco la pantalla, me son conocidos, por lo que hacen, por lo que dicen, porque son muy parecidos a los ciudadanos que deambulan por mi pueblo.
Sus realidades también son las mismas que marcan mi cotidianidad más cercana, tanto en lo social como en lo personal.
- En su entorno de barrio: casas que se derrumban, centro de salud bajo mínimos, colegios con deficiencia estructurales, políticos inoperantes. En mi barrio también pasa lo mismo.
- En sus conflictos psicológicos: cooperación con los migrantes, desasosiego ante la muerte, ilusión con el sexo tardío, maternidad compleja, etc. En las reuniones con mis amigos hablamos de lo mismo.
- Y sus actitudes, sus respuestas, las mismas: perroflautas soñando con cambiar el mundo, reuniones en la plaza, mitines humildes con altavoces de mano y alguna copa en el bar para sobrellevarlo todo con dignidad.
Me gusta, como no, porque en esta película la calles se parecen a las de mi antiguo barrio de Madrid y porque las concentraciones en la plaza son como las del pueblo en el que llevo viviendo ya muchos años.
En lo cinéfilo.
- Me ha parecido bien el guion. Es efectivo al transformar una anécdota local en una historia universal que refleja la realidad de muchos barrios europeos.
- La sinceridad de los actores, unas interpretaciones medidas, sobrias, sin efectismos, muy naturales y creíbles.
- La puesta en escena, por lo que tiene de buscar y mostrar lo cotidiano:
- Los espacios: casas, bares, iglesias, parecen o son decorados naturales.
- Los figurantes, un trabajo de coordinación muy acertado. Le dan sabor social a la historia.
- El sonido que siempre acompaña con el ambiente adecuado; dotando de cuerpo y vida a espacios concretos: bares, mercados, ventanas abiertas, etc.
- No me convenció la planificación de un final de secuencial, uso de grúa (o dron) para mostrar a los amantes bailando, y dejarlos en la lejanía. Porque que me pareció demasiado efectista y contrastó mucho con el equilibrio en la utilización de la cámara en el resto de la película
Guédiguian consigue, con sencillez, embaucarme y transportarme a un barrio de Marsella y donde me siento parte del vecindario. Me reconforta pensar que cuando visite esta ciudad encontraré a estos personajes deambulando por sus calles, compartiendo un vino en cualquier rincón. Sueño con reencontrarlos procurando que el mundo sea más humano y con deseos de ''Que la fiesta continúe". Compraré entradas para el próximo viaje.
- Opinión sobre la historia de Robert Guédiguian. Robert Guédiguian and Ariane Ascaride on ‘And the Party Goes on’ (‘Et la fête continue!’)
- Robert Guédiguian | Masterclass | Laceno d'Oro 48. 03-12-2023
- Conversación con Robert Guédiguian. Arte
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