Colegas, malotes hasta la muerte en Miami

Bad Boys, Ride or Die entretenimiento tópico, pero entretenimiento. Pase un buen rato, con las aventuras de estos dos policías. 

La historia de dos amigos policías que se enfrentan a un cartel mafioso dirigido por antiguos militares y algún político corrupto. Es previsible, está muy vista, los realizadores Adil & Bilall utilizan todos los elementos narrativos posibles para desarrollarla de manera efectiva. 

El dúo protagonista es carismático: La química entre Will Smith y Martin Lawrence es innegable y me hizo pasar un buen rato. Además, la acción trepidante y las constantes escenas de acción me mantuvieron enganchado, pegado a la butaca. 

Historia es un cliché con una trama predecible. Los personajes masculinos acaparan todo el protagonismo, mientras que las mujeres toman decisiones poco acertadas y quedan relegadas a roles secundarios. Personajes femeninos son muy planos, las mujeres son poco más que adornos y no tienen un papel relevante en el desarrollo de la trama.

Por otro lado, los villanos, representados por personajes blancos, carecen de profundidad, son unidimensionales. Están diseñados con trazos de brocha gorda, muy topicazos (político corrupto y militar matón distribuidor de droga) le restan credibilidad a la historia.

Me resultó curioso, por lo rebuscadas, observar las figuras paternas presentes en la película ¡Si Freud levantara la cabeza! Desde un policía fallecido cuya hija busca vengar, hasta un oficial recién casado que tenía un hijo mayor narco en prisión, un policía padre de familia ejemplar con mujer e hija con el yerno exmarine que va a ser padre.

Algunas cosas de factura audiovisual que me llamaron la atención:

• El montaje frenético, con numerosos planos, genera tensión y me llevaba de secuencia en secuencia, sin permitirme detenerme a reflexionar. 
• Uso de drones. Las vistas aéreas y el desplazamiento de la cámara dentro de la escena me pareció acertado. Por momentos me hizo sentir que participaba en un videojuego.
• Los primeros planos de los actores protagonistas. Muy teatrales, muy expresivos, con muchas muecas, no desentonan con el tono general de la película. Los planos detalles de los rostros, con la cámara pegada a la cara y que, bien conjugados, te transmitían las emociones cuál payaso de circo. 
• Los rostros brillantes, cargados de sudor, cuyo maquillaje  daba más tensión a las secuencias de acción. 
• La producción, una película de acción con gran presupuesto, una franquicia de la factoría  Bruckenheimer, experto en rentabilizar éxitos en serie encadenando historias tópicas. 
• La banda sonora, basada en reguetón, aporta un toque urbano y actual. Para mí este reguetón encaja a la perfección con el tono de la película. Uno se siente encantado escuchando a Rene "no tenemos na, pero lo tenemos todo"
• La construcción sonora, efectos de sonido impactantes, Diseñadores David Esparza y David I. Werntz

Bad Boys es una película de acción entretenida que no me hizo pensar demasiado. Dos horas de acción, humor y explosiones. Una película que cumplió lo que prometía su publicidad: entretenimiento sin pretensiones.