12 de junio de 2024

Siempre nos quedará un cuento italiano

La sala repleta de público, con las mujeres respondiendo con gran emotividad a las provocaciones violentas de la película. Un viaje intenso a través de imágenes que impactan al espectador. Tras dos filmes americanos, con héroes hechos en Hollywood, es gratificante compartir el tiempo con una heroína europea. Cuanta emoción en las dos horas de Siempre nos quedará mañana.

Paola Cortellesi, dirección, puesta en escena y actriz protagonista. La directora italiana ha logrado una historia visceral y conmovedora. Nos muestra el empoderamiento de la mujer en el año 1946, su transición de la sumisión total al marido a dar los primeros pasos hacia la independencia emocional, económica y política

Aspectos que me han gustado:

  • El blanco y negro:  Le viene bien a la historia, le aporta un tono perfecto, dota a la película de una atmósfera cruda y realista. Las primeras imágenes te sorprenden, pero según va transcurriendo la trama se comprende su perfecta sintonía con el mensaje.
  • El comienzo, la primera secuencia, los primeros planos. Esa hostia en toda la cara, porque sí, que paró la respiración en toda la sala de cine, que sin duda dejó sin aliento a varios espectadores.

  • La coreografía:
    • La secuencia de maltrato: La violencia se trata con imágenes ralentizadas, abrazos que se convierten en sujeciones y golpes que se marcan y duelen como si los recibieras tú mismo en la quietud de tu butaca.
    • El trávelin circular: Marca el deseo contenido de dos antiguos amantes. Se subraya con un detalle compartido: la degustación de un trozo de chocolate que tiñe los dientes de los dos antiguos amantes con negro deseo.
  • La sensación de compartir emociones en una sala de cine llena: Contagiarme del ritmo de las respiraciones de los espectadores y sentir que estas emociones salen del interior y a veces se convierten en expresiones concretas: "¡Pero vete, vete!".
  • El mensaje de empoderamiento femenino: La mujer que se libera y recupera el control de su vida, alejando a aquellos que la quieren dominada. Aunque sigan ganando en las urnas, los que la quieren en casa y con la pata quebrada.

Al final, somos optimistas, descubrimos y disfrutamos con un grupo social que canta, aunque tenga la boca cerrada. Y como dicen o decían los cineastas de la facultad, hay películas en las que triunfa la colectividad y otras en las que gana el individuo. Qué suerte, disfrutar con muchas formas de contar historias que nos emocionan.

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