Yo capitán (Io capitano) una película de Matteo Garrone. No tenía mucha fuerza para ver esta película. Gomorra, otra película del mismo director, que aborda la problemática de la violencia en Nápoles y Caserta a causa de la Camorra, me dejó exhausto, su realismo me impacto y su nihilismo me dejó fuera de combate.
Me encontré con un cuento clásico: el viaje de un joven en búsqueda de una vida mejor. Algo con lo que me fue fácil identificarme. Es una historia vieja con un traje nuevo, ¡Y qué traje!, las hazañas de dos jóvenes, Seydou y Mustafa, llamados a la aventura, héroes que, tras superar pruebas y obstáculos, consiguen una pequeña victoria para su comunidad. En esta ficción la voluntad del hombre prevalece sobre el destino, En un mundo familiar, ordinario. Nuestros personajes habitan en un entorno anodino, con la cabeza puesta en una vida mejor, más emocionante en Europa.
- El punto de vista adoptado por el director. Como él dice, el contracampo he buscado que la cámara siga al personaje y tome partido por él. Situando al espectador al otro lado del Mediterráneo, propiciando que se sienta identificado con los seres humanos que viajan hacia Europa.
- La omnipresencia del mundo del futbol en la historia. Las camisetas de los equipos de futbol europeos, como prenda de vestir normalizada. La televisión que aparece en algunas secuencia siempre muestra partidos de futbol.
- El doblaje. No es acertado, hay algo que falla, las voces agudas de los personajes me distanciaron de la historia, me resultaron falsas.
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