La sala estaba semivacía, donde los espectadores, con sus boles de palomitas gigantes, apenas ocupan la mitad del aforo. "Fórmula 1: La película" dirigida por Joseph Kosinski, escrita por Ehren Kruger y producida por Jerry Bruckheimer. Y creada en colaboración con la FIA, el organismo rector de dichas carreras.
Es una obra correcta, intrascendente, que se puede ver, sin más. Parece un largo anuncio; funciona como un largometraje publicitario que glorifica las carreras de automóviles y, sobre todo, a los patrocinadores del circuito.
es una película dramática de acción deportiva estadounidense de 2025
Me gustó:
- El montaje despiadado. Ágil y despiadado, imita la velocidad y la precisión del mundo que retrata.
- La cinematografía: Los movimientos de cámara en torno a los vehículos transmiten una sensación de dinamismo y potencia mecánica. Experimenta la innovación. #F1Pelicula
- La estética: La pulcritud del diseño minimalista domina los espacios —talleres, laboratorios, boxes—, con una paleta cromática basada en el blanco y negro, lo que refuerza la frialdad tecnocrática del entorno.
- El sonido. El rugido de los motores no solo ambienta, sino que se integra como un elemento narrativo más, dentro de la historia. Aquí una entrevista con los diseñadores de sonido The Sound of F1: The Movie . Los profesionales explican dese la captura del sonido de los coches a la mezcla con la música, pasando por la grabación de los diálogos en estudio.
- Hans Zimmer y Steve Mazzaro compositores de la música.
- Los actores y sobre todo, que Javier Bardem dé la réplica a Brad Pitt, con un trabajo convincente.
No me gusto.
- El exceso de propaganda: El film bordea el documental corporativo, en algunos momentos prioriza la marca Fórmula 1 sobre el contenido argumental.
- Arquetipos un poco tópicos: El héroe solitario que rescata a un equipo, una escudería en peligro de cierre — y lo abandona en la cúspide del éxito— resulta un cliché narrativo. Guionista es por Ehren Kruger que también trabajó en Top Gun: Maverick.
En esta historia, por el contrario, a otras que pueblan las salas, me llama la atención la falta de compromiso familiar por parte de todos los protagonistas; han renunciado al intercambio emocional estable. Los personajes son lobos esteparios, encapsulados en su propia obsesión. Todos son lobos solitarios que se lamen sus propias heridas sin buscar consuelo emocional en el otro.
Su pasión lo es todo, ya seas corredor, director, ingeniera o corredor júnior. El compromiso emocional, familiar, no existe. Todos renuncian al vínculo afectivo estable, sublimando su pasión profesional como único sustento vital.
En definitiva, Fórmula 1 es un ejercicio técnicamente impecable, entretenido y posiblemente sublime para los amantes de los coches. Una obra con una gran brillantez formal, pero que uno olvida cuando aprieta el pestillo de la puerta de la sala y respira el aire de la calle.
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