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2022 es un show de 24 cámaras
Este año regresa la cámara de pedestal montada en riel, que no se veía desde 2014 en Copenhague. Los 24 son LDX86n y C86n, que se ejecutan en 4K
Eurovisión.
Trabajo, trabajo, trabajo.
Realización.
Objetivo: servir al lucimiento de la cantante y los bailarines.
- Puesta en escena, sencilla, en segundo plano, un poco difuminada. Y cuando aparece creando líneas o círculos concéntricos que convergen en el centro ocupado por la cantante protagonista.
- Han renunciado, con criterio, a las pantallas y a contenidos secundarios.
- Los trajes con reminiscencias toreras, rebosantes de pedrerías, me parecen acertados.
- Las cámaras.
- Frontales siempre en su sitio. Con las correcciones bien trazadas y los pequeños zoom in que subrayan la personalidad de la artista.
- Travelling frontales, robotizadas. Los movimientos con el encuadre equilibrado que le dan dinamismo al plano, pero que no distraen del objetivo principal la cantante centrada en el encuadre. Y su movimiento en los stops motion no molesta y no anula el efecto de ralentizado, de pausa construido por las luces y la coreografía.
- La steady recoge la mirada de la cantante, esta acepta el desafío, el cámara le busca la espalda, ella acepta el reto y gira con el cámara, retoma la mirada al objetivo. Je, je, je el efecto de baile, de discoteca, trabaja para construir una seducción de salón de TV.
- Las grúas centran la acción, la subrayan con desplazamientos"in".
Un trabajo exquisito de realización. Con una planificación cuidada que subraya las emociones que propone la cantante. Nada que ver con otros trabajos televisivos vistos en el espectáculo en los que la realización no ha existido. Y el coordinador de cámaras fue un "juntaplanos".
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