El primer capítulo de la segunda temporada lo protagoniza un adolescente repetidamente empalmado (excitado sexualmente, con erección del pene). Un chaval que pasa de tener algo entre las piernas a tenerlo entre las manos.
Este humor me ha me ha recordado a las películas de Ozores, a las películas de destape en el cine de la transición española, Esas que mostraban a los españoles excitados y desorientados ante la libertad sexual. Esas que eran malísimas si las analizaban los críticos de cine formados en colegios de jesuitas o los de las revistas Triunfo y Dirigido Por.
Algunas cosas que me gusta:.
- El espacio utópico construido por Laurie Nunn, la guionista. La utilización del arriba y abajo como estructura narrativa:
- El protagonista y su madre viven en lo alto, en una casa con balcón y con vistas al algo.
- La antagonista vive abajo, en una explanada llena de casas prefabricadas,
- El colegio está en un espacio indeterminado, al que se baja en bicicleta o se sube andando, posiblemente en un centro imaginario.el centro.
- El protagonista baja y sube entre espacios su bicicleta.
- El diseño de producción la ambientación significativa de los decorados realizada por Samantha Harley.
- La utilización de grandes angulares en primeros planos. Recurso que convierte a algunos personajes en caricaturas como el director., El angular deforma los rasgos y los exagera como un dibujo en el que se resaltan las partes más características de un sujeto.
- El vestuario seleccionado, el uso de los colores en las ropas de los personajes un poco recargados pero claramente significativos.
Comparar esta escuela, concertada británica, con la pública de la serie Merlí de TV-3 da para un tratado. El profesor tópico, el alumno con problemas económicos y con experiencia sexual, el director desconcertado, etc.


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