20 de marzo de 2020

El grito sordo y desgarrador de Corleone



La otra noche la televisión me proporcionó un nuevo visionado de "El Padrino III". Comencé reacio, no quería ver la película, la cabeza me pedía mirar imágenes en serie. Pasados los primeros minutos quedé enganchado con la historia, agradecí mucho las horas que dediqué a la película. Disfruté con la imagen y sonido, de todo, hasta de la  lectura de los títulos de crédito (Coppola, Murch; Willis, Alpacino, etc.)

Por destacar algo me quedo con la secuencia final, con un fragmento; por lo que cuenta y por cómo lo cuenta.
Han asesinado a la hija de Mikel Corleone, éste queda completamente abatido por el dolor.
Ahogado en su dolor, Corleone grita tan alto que no se percibe el sonido. La música ahoga el grito desesperado, sin aire. Pasan unos segundos, inspira, toma aire y grita pleno de horror y sufrimiento.

Mi cabeza se llena de emociones, pasado un tiempo,....me pregunto:
¿Qué pasó en aquella mesa de montaje?, 
¿Quién decide que el grito de desgarro es más intenso si no se oye?
Y baja el fader del sonido directo para que suene la música.
¿Quién cambia el canal de la música y da la voz al actor en el momento clave, en ese instante en el que inspira, llena de aire los pulmones y lanza un grito desgarrador?

Un editor de imagen que propone los cortes de plano precisos: una cara descompuesta, una mirada, un rostro desencajado. El responsable de sonido que mezcla dos canales, que con un cambio de fader canaliza la emoción devastadora del dolor, de un dolor imposible de aplacar.


Fragmento este que he revisado, una y otra vez. Para conocer y desentrañar los detalles que me hacen disfrutar con la película, y dar las gracias a los profesionales de la imagen y del sonido que desencadenan mis emociones más escondidas.

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