La gran apuesta, The Big Short, es una película que simula un reportaje documental sobre un grupo de especuladores financieros. Cuenta cómo estos trabajadores del dinero reconocieron la existencia de la burbuja inmobiliaria americana y se propusieron ganar dinero con ella.
Son dos horas trepidantes de película, llenas de datos económicos y enrevesados nombres financieros que, aunque complejos, no impiden entender la situación económica que describen. Al finalizar la proyección una imagen se me queda grabada: la familia que ha abandonado su casa y ha convertido su coche en su hogar; “Esta crisis solo la pagarán los pobres y la clase media. Como siempre”.
La estructura es acertada con algunos recursos narrativos muy pedagógicos como las explicaciones de conceptos complejos realizadas por actores como si se tratase de un anuncio publicitario.
El director Adam McKay, comenzó guionizando y realizando trabajos cómicos para “Saturday Night Live”. En esta película nos propone una reflexión hiriente sobre el mundo financiero y los comienzos de la crisis económica.
El director de fotografía Barry Ackroyd le da un toque documental con el trabajo de cámara (movimientos continuos, enfoque en el límite, objetos interpuestos, etc.). Es experto en cine documental, responsable de fotografiar películas de Ken Loach, ganador de un Óscar por The Hurt Locker, y responsable de la fotografía del piloto de la serie The NewsRoom.
Algunas secuencias las rueda con varias cámaras para que los actores interpreten de forma más abierta, sin tener claro qué punto de vista será utilizado en el montaje.
El editor Hank Corwin se acercó a la estructura de la historia dando a cada uno de los cuatro personajes su propio estilo de montaje, organizó las imágenes atendiendo a las cuatro líneas de la historia. En su experiencia como editor ha trabajado en Asesinos Natos y El Árbol de la vida.
En el pasillo, a la salida del cine comentamos lo que más nos llamó la atención, es una referencia que se hace a nuestro país, cuando se pronostica que caerá Grecia, caerá Italia y por último, también caerá España.
Y constatamos que cayó, claro que la crisis nos golpeó y nos golpea con fuerza.
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