Entrevista a la carta es un programa muy a la carta, tan a la carta
que parece un juego de naipes en el que no se arriesga nada, una partida
de cartas en el salón de un club de mayores.
Con una puesta en escena sobria; fondo negro con luces
de noche estrellada, de horizonte una pantalla gigante y centrando la escena un semicírculo granate en
el que se encuentran los personajes.
La propuesta, acertada, la de una pantalla
semicircular en la que se muestran los personajes que hacen preguntas
al entrevistado es una manera actual de resolver la interacción de
entrevistador y entrevistado con los vídeos de programa. Por un lado es una forma creativa de situar el monitor clásico que comparte escenario con los personajes. Por otro me recuerda la estructura de imágenes que
propone La caja roja, una caja descomprimida, con poca presión psicológica.
Las
preguntas y las cuestiones recuerdan al formato Tengo una pregunta para usted, pero con menos verdad, con mucha menos frescura; las cuestiones se proponen
enlatadas lo que le resta autenticidad a la carta cuando lo comparamos con el
formato francés.
Estructura de realización muy clásica un plano generales y
cámaras para los planos contraplanos de entrevistador y entrevistado.
La cámara del general dinámica, con movimiento circular constante y
desplazamientos en grúa. Las cámaras de los personajes ligeramente
contrapicados. Sobriedad que concuerda con la propuesta estética y de contenido.
La idea es correcta, la factura visual está bien,
pero me ha resultado aburrido. Porque el diálogo y los temas han sido muy ligeros: la
historia de un niño bien contada eludiendo todo tipo de complicaciones,
salvando todas las aristas posibles. Y con la que está cayendo decir que un chico ha estudiado empresariales y solo ha cursado un año...no se puede ser más intrascendente... o si.
Para la reflexión:
¿cuántos profesionales han trabajado para realizar este programa? la
lista de los títulos de crédito era interminable, las responsabilidades estaban duplicadas en
muchos casos.
La productora es Cometa TV.
Y lo paga Moviestar.
Bueno, así es como nos enseñan que nunca fallará un programa, utilizando lo básico, lo que funciona y no va a dar fallos. Por mi parte habría arriesgado más pero tal y como están las cosas nadie quiere arriesgar no sea que rueden cabezas.
ResponderEliminarÓscar Santos Blanco
Hacer lo clásico, tiene sus ventajas no falla nada, pero puede quedar demasiado encorsetado y aburrido.
ResponderEliminarGracias Óscar.
Pues a mi me parece que la puesta en escena es un despropósito. El programa busca intimidad (tambien con la elección de la presentadora), y en cambio el decorado, espacioso, y la iluminación (fría), son más propias de un programa tipo 59 segundos o una entrevista informativa (por ejemplo al presidente del gobierno).
ResponderEliminarAún así no puedo coincidir en eso de los títulos de crédito y las responsabilidades "duplicadas". No voy a entrar nunca a valorar cuantos trabajadores son necesarios para arrancar un programa como ese. Pero sí puedo coincidir en que, hoy en día, a veces menos es más. Recomiendo el visionado de algunas de las entrevistas que hacía la enorme profesional Mònica Terribas en el programa La nit al dia de TV3.
Saludos,
Xavier