LA MIRADA INOCENTE SE ROMPE

Pan Negro es la historia de un niño que pasa de idealizar a su familia a conocer que son seres humanos llenos de defectos. Es el caso de Andreu, del que la película sigue paso a paso su evolución hasta la pérdida de la inocencia.

La personalidad de su director Agustí Villaronga impregna toda la película. Aún recuerdo la angustia que sentí con el visionado de su primera película Tras el cristal. 

En Pan Negro situada en los primeros años de la postguerra no escatima imágenes bruscas, fuertes, violentas que te golpean directamente al cerebro. No puedo olvidar el cadáver ensangrentado cayendo en el interior de la carreta junto a un niño, el mazo golpeando la cabeza del caballo, la carreta desplomándose por la montaña, la mano que conserva el recuerdo de una mina perdida, etc. Pero las imágenes que más me han impactado son las que se sugieren en la mente del niño, esas insinuaciones, esas propuestas que tiene que completar el protagonista en su cabeza como la relación de su prima con el maestro.

Recuerdo otras películas españolas basadas en la perdida de la inocencia, en la violencia que provoca la aparición del mundo real en la idealizada vida de un niño: Secretos del corazón, El espíritu de la colmena.

Son trabajos excelentes los que realizan estos actores, aunque ahora ya no podrán tener un premio Goya.  Al parecer "Se ha hecho algo que es esencial, que es proteger al menor. Cuando un niño gana un Goya le puede afectar profundamente en su desarrollo posterior". La Academia dice.