30 de agosto de 2010

SÍ LOS HERMANOS LUMIÈRE LEVANTARÁN LA CABEZA.




Pasar una jornada familiar en el Parque de atracciones de Madrid es una buena experiencia. En mi caso es costumbre para pasar rodeado de árboles y atracciones una jornada de agosto. La diversión está garantizada.

No todo me parece divertido. Las atracciones interiores, las que se basan en proyecciones de vídeo son malas. No están a la altura de las atracciones exteriores, de las actuaciones de teatro ni del precio de las entradas.
  • Los argumentos narrativos audiovisuales que se proponen son muy deficientes. en algunos no existen.
  • El viaje en 3D de una tortuga está construido con fragmentos inconexos, no tiene ninguna linealidad, las transiciones entre secuencias no tienen ninguna justificación.
  • La calidad técnica de las proyecciones es penosa, la luminosidad de las pantallas es muy deficiente.
  • La calidad de los trabajos recuerda a las grabaciones de vídeo de hace años (en el caso de la visita a una casa encantada parece que el máster está en VHS).
  • La propuesta sonora (cuando en casa tenemos postproducción 5.1) es muy floja y no aporta nada a la experiencia emocional de los visitantes a la atracción.

En un entorno , un espacio al aire libre, mese puede pasar una jornada muy divertida, pero la propuesta audiovisual es muy deficiente. Los primeros cineastas de barraca, los Hermanos Lumiére lo hacían mejor. Con su tren proyectado en la pantalla asustaban a los visitantes de la barraca de feria más que los realizadores de los espectáculos audiovisuales del Parque de atracciones.

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