EN EL BANDO DE LOS PERDEDORES

Hace muchos años que compré un libro escrito por Baltasar Garzón. En él se intentaban describir los entresijos de las mafias internacionales del terrorismo y la droga. Lo leí en una tarde.
Siempre me han gustado los héroes que buscan la justicia para los más desfavorecidos, los que no pertenecen a ninguna organización establecida y trabajan sin red.
Recuerdo a las madres gallegas contra la droga, no puedo olvidar el rostro de algunas de ellas contando su calvario personal. Me impactó su aprecio por el juez y por su esfuerzo para encarcelar a los que se habían enriquecido con la adicción de su hijo.
Hoy tengo la sensación de estar, como tantas veces, en el bando de los perdedores, en el sitio donde la utopía siempre es un sueño inalcanzable, por el que uno trabaja todas las mañanas.

“Garzón no tiene jamás agujetas, pese a su actividad, pero sabemos que empieza a tener agujetas en el alma, cansancio frente a la incomprensión y la envidia de sus connacionales. ¿Que busca protagonismo? Sólo los que buscan protagonismo mueven la Historia: Cervantes, Colón, Juan de Austria, Quevedo, Velázquez, Cajal, El Cid, evidentemente buscaban protagonismo, y reuniendo todos esos protagonismos nos sale la imagen de España. El que no aporta nada es el que sólo busca un sueldo fijo del Estado para toda una vida modesta. Ya nos dijeron en casa que unas oposiciones y por las tardes al casino (...).
El horror provinciano al protagonismo, la ética camp de las clases medias y las clases bien, que consideran de mal gusto salir en los periódicos antes de la esquela. Lo dicen de Garzón: "Ése…, algo anda buscando"

Francisco Umbral.
Libro de Pilar Urbano: El Hombre Que Veía Amanecer