20 de octubre de 2009

EL APRENDIZ, UN PROGRAMA QUE INFUNDE TRISTEZA

La columna de la página de televisión del periódico EL PAÍS es controvertida desde los tiempos de Haro- Tecglen. Estas líneas tienen muchos lectores y nadie tiene claro que se lea por el contenido televisivo. El maestro que escribe la mayor parte de los días se llama Enric González. Hoy explica porque no tiene éxito "El Aprendiz":

La versión original de El aprendiz (The apprentice), debutó en la NBC estadounidense hace cinco años. La versión británica arrancó poco después. La economía marchaba y se había establecido la presunción de que marcharía siempre. Recuerden, los políticos prometían el pleno empleo. En ese contexto, el despido de concursantes no evocaba tragedias. Ahora, sí.

El aprendiz (La Sexta) no funciona ni a tiros. Su traslado al domingo ha conseguido reducir una audiencia que ya era insuficiente los lunes. Me parece probable que una de las razones del fracaso sea la desgraciada coyuntura socioeconómica. Otra razón posible radica en la misma mecánica del juego. A los concursantes se les exige aplicación en los juegos de poder y se premia al tirano más competente. El propio Bassat, un gran publicista, adopta el perfil de tirano cum laude, de mercader de vidas: en la empresa de El aprendiz no se produce nada, sólo se manda o se obedece, sedespide o se es despedido. Es un programa que infunde tristeza.

Yo creo que su factura formal es muy buena, me gusta su realización (montaje, textura de color azul, planificación, etc.). Pero mi análisis sociológico era muy pobre por lo que me apunto a las conclusiones del periodista: Es un programa que infunde tristeza y la sociedad no está para bromas.

2 comentarios:

  1. Anónimo10/22/2009

    pues yo estoy enganchado, también se despide en gran hermano y tiene éxito, programas donde se habla de asesinatos, parejas que se pelean, etc también tienen éxito, todo son programas con tematicas muy tristes y el espectador no aprende nada y por lo general no debe pensar, al contrario de el aprendiz, pero claro podriamos decir que la mayoría se siente más identificado con el trabajo o despido y no con asesinatos y violencia de genero o gente que se va del pais porque sino lo pondrán en la carcel, pero es que precisamente que el espectador se identifique es un elemento bueno para que se enganche tanto si se identifica con el que gana como el que no, el ser humano necesite saber como acaba y transcurre porque sería como si lo viviera él.


    Yo soy más partidario de que precisamente los españoles NO se sienten identificados con el programa, la versión americana y britanica se hacen en paises de cultura empresarial, es conocido que en américa la gente quiere ser empresario y no funcionario. En españa el empresario se entiende como un rico cabrón que nos roba y jode al trabajador, la gente prefiere ser funcionario que pelear por emprender. Los valores del programa no son los de los españoles y por eso no engancha, no tiene audiencia.

    Triste, por suerte siempre hay pocos que se aprovechan, un hombre en twitter dijo que gracias al programa vio fallos que él cometía en el trabajo e intentaría solucionarlos.

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  2. Anónimo10/22/2009

    Hola Pedro. Soy Carlos, tu ex-alumno de realización del año pasado. Estoy totalmente de acuerdo tanto contigo como con el autor del comentario anterior. A la vista está que "El aprendiz" es un programa de muy buena factura, con una realización excelente y cuya idea es todo un acierto en estos tiempos en los que todo está inventado. El problema de su fracaso en pantalla pienso que se debe más a la mentalidad de la mayoría del público de este país, acostumbrado a cosas más informales y sencillas que nada tienen que ver con este tipo de programas. En ocasiones escucho a gente de una cierta edad una frase que me llama mucho la atención, "España es un país de charanga y pandereta". Claro está que la frase es irónica 100%, pero aplicable en muchos ámbitos, entre ellos la TV. Aquí se prefieren programas como "Gran hermano" (si Orwell levantara la cabeza...), series simplonas que en muchos casos rozan la banalidad y lo patético o programas del corazón con los insultos, descalificaciones, gritos y faltas de respeto como piedras angulares. Siento ser yo el que tenga que decir que la televisión es España, en términos generales, carece de calidad y sentido alguno, y que lo que en ella se ve es un fiel reflejo de la sociedad en la que vivimos. La pregunta sería si todo esto tiene solución. Todo en vida la tiene.

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