6 de abril de 2009

DOCTOR ALCAINE

Me entretiene Doctor Mateo con esas crónicas blancas de un pueblo sin cura y sin alcalde. Los guiones son amenos y los actores trabajan bien. La realización es correcta sin efectismos que llamen la atención.
Y lo que a mí me resulta magnífica es su fotografía. Diseñada, no para llenar de luz la historia, sino para completarla y enriquecerla con información visual. Es fácil decir esto cuando su responsable es José Luis Alcaine, Premio Nacional de Cinematografía en 1989 y ganador de cinco Goyas a la mejor fotografía por ‘El sueño del mono loco (1989), Belle Epoque (1992), El pájaro de la felicidad (1993), El caballero Don Quijote (2002) y ‘Las trece rosas’ (2007).

En el capítulo siete (que se puede ver en YouTube), por la construcción de las luces, me sorprendieron dos secuencias:
  • La despedida-ruptura de dos amantes en la playa con un romántico contraluz de atardecer y el final de una relación amorosa en la historia. La oposición despedida/atardecer romántico genera un significado propio y un poco disonante.
  • En otra secuencia un plano contrapalno de dos pretendientes tiene dos iluminaciones opuestas: ella aparece bañada con tonos naranjas y él tiene el rostro dominado por tonos azules. Los tonos fríos del rostro de él refuerzan su distancia y falta de compromiso en la relación; por el contrario ella, dominada por tonos cálidos, manifiesta de forma clara y abierta su disposición por la relación amorosa.
El Principado de Asturias, opino yo, tendrá algo que ver con la contratación de este maestro de la fotografía. Este organismo es el patrocinador de la serie, sus instituciones tienen referencias en los créditos y en el interior de la historia y, a la vez, sus paisajes tiene garantizadas unas imágenes de postal, propias de una labor de promoción turística. Los gestores del Principado continúan con el camino abierto con la financiación de relatos audiovisuales (películas asturianas de Garci, como El Abuelo) cómo elementos de promoción. Aunque lo que vemos sea una Asturias irreal en la que nunca llueve.

Los rodajes en exteriores son complejos en una zona geográfica en la que llueve mucho. Los ayudantes de producción y los ayudantes de dirección responsables de organizar el trabajo, de preparar el plan de rodaje, han tenido que esforzarse mucho para rentabilizar las jornadas de trabajo. La combinación exteriores/interiores tiene que haber dado más de un quebradero de cabeza porque en la serie siempre hace sol y en Asturias llueve casi siempre.

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