15 de noviembre de 2008

EL PRIMER DÍA DE LOS CUATROCIENTOS GOLPES

  • El primer día de rodaje de una película siempre es complicado, y más si se trata de una primera película. François Truffaut tenía veintiséis años y estaba bajo sospecha. En aquella época, para poder dirigir una película se requería una larga experiencia previa como ayudante de dirección de la que Truffaut carecía por completo, y sólo gracias a algunas artimañas, había logrado el permiso para ponerse tras la cámara.
  • La sobrecarga de energía eléctrica provocó varios cortes de luz, y algunos miembros del equipo tuvieron que abandonar el piso para facilitar el rodaje de las primeras tomas. Truffaut caminaba por el decorado dando vueltas sin parar, empalmando un cigarrillo tras otro, nervioso e inseguro de sí mismo.
  • André Bazin, el hombre al que Truffaut consideraba "su padre adoptivo, su maestro y su amigo", agonizaba en su casa de Nogent-sur-Marne. Allí se dirigió Truffaut nada más terminar el último plano del día, y allí se quedó hasta bien avanzada la noche, sentado junto a la cama en la que Bazin murió a causa de una leucemia.
Cualquier pretexto es bueno para recordar esta película y para emocionarse revisando su travelling final.

2 comentarios:

  1. Yo he visto esta película 3 veces y cada vez me ha gustado más. Se la recomiendo a todo el mundo.

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  2. Una película sencilla pero muy profunda.
    Sería bueno conocer más aspectos de este tipo, acerca del rodaje y lo que hay detrás de cámaras. Muchas veces se nos olvida todas las dificultades y problemáticas que implica hacer una película.

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