Llevo varios años paseando por la Feria de la Ciencia de Madrid. El año 2003 participé activamente junto a los alumnos del IES Valcárcel y los profesores Paco y Eva en un proyecto de TV para la feria. Desde entonces siempre me gusta pasar una mañana en el Pabellón10 del IFEMA.
La idea original es fantástica: niños de todas las edades se convierten en profesores y muestran sus conocimientos científicos a los visitantes. La organización funciona. Cumple sus objetivos con creces, en especial el de ESTIMULAR el interés y la curiosidad por la ciencia y la tecnología mediante la observación, la experimentación y el análisis.
Una pega: las empresas y las instituciones están copando demasiado espacio y sus regalos de promoción pueden desvirtuar el proyecto en un futuro. Por ejemplo: una empresa que vende sillones para el hogar este año tenía un stand con cerca de 10 super sillones de cuero, a los que no podían acercarse los jóvenes y que los mayores utilizaban en sesiones de marketing y confort ausentes de toda experimentación científica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario