3 de diciembre de 2005

EL CIELO SOBRE BERLIN


Edu presentó la película de Win Wenders: El cielo sobre Berlín (Wings of Desire, Las alas del deseo) del camarógrafo Henri Alekan.

Edu seleccionó está película porque cuando la vio por primera vez le emocionó. Y nos dijo que, en un momento difícil de su vida, le ayudo y le dio pistas para enfrentarse a sus retos diarios con ilusión y optimismo.

El visionado nos ha permitido descubrir al gran director de fotografía francés Henri Alekan, que participó en la creación del sindicato de los operadores de cine y realizó la fotografía en películas de Yves Allegret, René Clément, Jean Cocteau, Abel Gance, y Alain Robbe-Grillet, entre otros.

El camarógrafo explica así el plano en el que desaparecen las alas del personaje principal:
El truco de la desaparición de las alas fue difícil, porque implicó un sistema de espejos colocados delante de la cámara. De tal manera que, el ángel - agente y su doble, vestidos igual y situados en diferentes partes del plató, se reflejaran los dos en el espejo. El doble usó las alas pero el ángel - agente no. Y por medio de la luz, las alas fueron iluminadas o no, y cuando no les da la luz desaparecen en la penumbra.

De esta película ha dicho que es "pretenciosa, falsa, boba, sensiblera" el crítico Carlos Boyero.

Algunas consideraciones sobre este camarógrafo:
Los teóricos franceses le describieron como el camarógrafo en el que más se podía confiar, porque adapta su estilo a las necesidades del guión y del director y, siempre, capta la esencia de las localizaciones

Disfruto mucho cuando hago una aportación personal a la imagen. Y para asegurar esta intervención personal cuando trabajo con luz "natural" la modifico. Deseo controlarla, y quiero que se convirtiera en una parte de mi concepto de la iluminación. Por lo tanto, necesito utilizar luces.

Explica su relación profesional con la luz:
Los directores de fotografía somos, generalmente, deudores en una película de ficción de una historia que contar, tenemos que crear un clima desde la primera hasta la última imagen, con los mismos contrastes y los mismos valores, digamos con el mismo estilo. Alguna vez jugamos con la luz natural, la soberbia luz natural. Pero la mayoría de las veces estamos en el estudio y debemos reconstruir la luz y aquí está la dificultad y el encanto de este trabajo: estar en contacto permanente con una luz que permanece en nuestro espíritu, y la tenemos que reinventar, tenemos que reconstruirla.

Iluminar cine es distinto que pintar debido al concepto fantástico del tiempo. El transcurrir del tiempo en una película nos impide la misma maestría, porque las imágenes son efímeras. El lienzo del pintor da tiempo al espectador, le deja todo el tiempo del mundo para examinar el trabajo, para explorarlo y para experimentarlo. El espectador puede pasar treinta segundos o puede pasar dos horas delante de un lienzo. Eso no se puede hacer con la película. La película tiene un ritmo impuesto por el montaje y la naturaleza efímera de la imagen. Durante los minutos o los segundos que la imagen efímera se proyecta en la pantalla, hay que permitir al espectador ver y experimentar, hay un choque emocional muy rápido. La iluminación tiene que ser diseñada de tal manera, que su forma pueda traspasar la pantalla y como una flecha impactar en la mente del espectador.


Para investigar sobre este camarógrafo:
Un documental:
Alekan, la memoria o historias de cine (Alekan, La Mémoire ou des Histories de Cinéma; Francia, 1986) (55’). Dirección: Michel Dumoulin.

Alekan es autor de un libro extraordinario sobre la naturaleza de la luz en el cine y en la pintura, Des lumières et des ombres Librairie du Collectionneur | París.

Hay un Instituto Henri Alekan de formación en artes y técnicas del cine y la televisión que lleva su nombre.

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