7 de noviembre de 2025

Los tigres, Sandokán bajo el agua.

La sala se encontraba al veinticinco por ciento de su aforo. Los Tigres de Alberto Rodríguez, al igual que el resto de su filmografía, es una película interesante, tiene criterio y personalidad. La trama sigue a dos hermanos que se ganan la vida buceando en aguas profundas.

Me ha gustado:
  • Como articula la narrativa visual a través de la importancia concedida a los espacios abiertos y los grandes planos generales, que sitúan la historia en entornos muy concretos: una petroquímica en las proximidades del mar. El director contrasta la inmensidad de las enormes estructuras industriales —la petroquímica con sus amenazantes chimeneas y laberínticas tuberías, petroleros, boyas gigantes, — con la vulnerabilidad del ser humano. Son particularmente impactantes los planos desde el aire que ilustran la inmensidad de un petrolero frente a la pequeñez del buzo que revisa y repara problemas de gestión de crudo bajo el agua.
Este contraste se ve reforzado por tomas aéreas que enfatizan la escala descomunal de estas instalaciones, surcadas por carreteras que demarcan el territorio marino e industrial.
  • Fotografía y atmósfera: Los planos subacuáticos, iluminados predominantemente con fuentes como linternas o haces de luz natural, transmiten una sensación de angustia e inseguridad, potenciando el realismo de las secuencias. Director de fotografía Pau Esteve Birba . 

Gracias a Erick Börjeson, operador de cámara subacuática (DOP), al etalonaje de Noémie Dulau y a los Efectos visuales (VFX) de Twin Pines y The Lone Pine Post, creo que conseguimos que las densidades, colores y visibilidades de mares, pantanos y piscinas parecieran una, y sientas, como espectador, la angustia de estar quedándote sin tiempo de inmersión bajo las tripas de un gran petrolero Esteve Birba. Erick Börjeson 

El espacioso tanque de los estudios de la Ciudad de la Luz permitió recrear las complejas secuencias subacuáticas de este film en el que participó un equipo de 144 profesionales, entre los que se encuentra una selección de buzos comandada por el operador de cámara subacuática Eric Börjesson, la diver supervisor Abigail Borg, el dive coordinator Luciano Ellul y Eduardo O’Kean, buzo industrial profesional que ha sido un asesor y guía fundamental para la producción. "Fue un rodaje infernal, sentencia Rodríguez. Rodamos secuencias en piscina (Alicante), pero también nos fuimos a Algeciras –donde pasamos seis o siete días reales en el mar–, filmamos en Huelva y terminamos en Ciudad Real y Albacete, donde nace el Guadiana, bajo un bosque sumergido. Ha sido una auténtica aventura".

  • El Diseño Sonoro: Excelente trabajo de recreación sonora. Destaca por el uso de los efectos sonoros en las secuencias bajo el agua, los ecos deformados y el burbujeo generan una experiencia sensorial intensa y de gran inmersividad. Construyen una identidad sonora bajo el agua sumando música y efectos. Música: Julio de la Rosa, Montaje de sonido: Gabriel Gutiérrez
  • Reparto y dirección de actores: El elenco, seleccionado con acierto, desarrolla un trabajo que resulta creíble en todo momento. Antonio de la Torre y Bárbara LennieJoaquín Núñez parecen auténticos vecinos y expertos en la profesión de buceadores. La dirección los convierte en seres humanos cotidianos, alejados de cualquier artificio.

No me convenció 
  • El Guion: La trama me resultó un poco previsible. El arco del personaje del outsider (gran profesional, pero padre de familia deficiente) está bien desarrollado. Sin embargo, los problemas relacionados con los alijos de droga creo que se perciben como un recurso narrativo forzado.  El guión esta escrito por Alberto Rodríguez junto a Rafael Cobos
Es una buena película, aunque, para mi gusto, la trama cinematográfica es un poco débil. Con una gran labor de producción, con muchas y variadas localizaciones y la mayor parte de ellas bajo el agua. No obstante, el trabajo de dirección me ha encantado: hay momentos en los que la puesta en escena y la interpretación de los actores son tan perfectos, que la cinta llega a sentirse como un documental inmersivo sobre un obrero de los fondos marinos.
Rodríguez por momentos me recuerda al mejor neorrealismo, esa corriente poética cinematográfica donde la cámara actúa como testigo inmerso del trabajo humano, rozando los límites del lenguaje documental.

No hay comentarios:

Publicar un comentario