20 de marzo de 2024

Dune 2, perdido en un desierto de arena

Dune 2, dirigida por Denis Villeneuve, es un despliegue de fuegos artificiales. La película nos sumerge en el caluroso y desasosegante desierto, allí se desarrollan intrigantes luchas de poder entre las familias más influyentes.

Las estrategias políticas se entrelazan con las relaciones familiares de padres, madres e hijos. Un juego entre duques, en el que las progenitoras, escondidas tras sus burkas, codirigen el mundo desde las sombras.

Ver Dune 2 en una gran sala de cine es una experiencia absolutamente recomendable. La película te permite recorrer otros mundos gracias a su espectacular trabajo audiovisual.



Me ha gustado la paleta de colores, dominada por tonos tierra, grises y negros. Crea una atmósfera austera con los tonos marrones y opresiva con los tonos grises y negros.  

  • Renuncia a todo los colores primarios, excepto un azul cielo, reservado para: 
    • El veneno del poder y los ojos de aquellos que lo han bebido.
    • Colorear una diadema, la cinta del pelo utilizada por una de las guerrilleras del desierto.
  • De satura todo color dejando que domine el blanco y negro para mostrar las escenas de dominio y fanatismo protagonizadas por el duque más tirano.

La banda sonora utiliza mucho las frecuencias bajas, con lo que realza la grandiosidad de los espacios desérticos, los gigantescos gusanos y las espectaculares máquinas.

Los planos generales te hacen sentir pequeño ante la inmensidad del desierto, creando en el espectador una sensación de impotencia y, al mismo tiempo, fascinación.

Dune 2 es, en definitiva, un espectáculo visual comparable a una gran atracción de feria. Una película que te atrapa con su historia de tragedia griega, su impecable factura técnica y su poderosa banda sonora.



Para conocer un poco mejor el trabajo del director:

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