24 de julio de 2017

The President, serie sobre el acceso al poder, Koreano.



Presidente es una serie coreana de trama política. He disfrutado con esta historia. Me he entusiasmado con el recorrido electoral del candidato Jang Il Joon a la presidencia del gobierno Cuenta la lucha por el poder y los problemas que genera en el entorno familiar. Una lucha desgarradora por conseguir el poder; como tantas otras: los tronos, los castillos, las casas, los pasillos, etc.
Forman parte importante en la trama los dramas familiares. Aunque la familia y la ambición, después de muchas vicisitudes, se encuentran y triunfan, como en las series clásicas americanas.

Dos cosas me han llamado la atención:
  • La vida coreana. He conocido algunas formas de la vida cotidiana de los coreanos, como utilizan los palillos para comer, como beben, como se sientan para comer, los coches que utilizan y el frío que pasan. 
  • Ausencia de secuencias de sexo. En esta historia el sexo es lejano, casi oculto. Las elipsis temporales que esconden encuentros bajo las sábanas casi no existen, los besos intercambiados en los veinte capítulos se pueden contar con los dedos de una mano y los escotes y los vestidos ceñidos no aparecen en cuadro.
Detalles del proceso de construcción narrativa: 
  • La planificación multicámara es muy rica en encuadres y puntos de vista. La planificación multicámara se construye con planos de comienzo de secuencia generales descriptivos muy variados, esto le da al espectador puntos de vista radicales: picados, contrapicados y cenitales. La cámara se coloca próxima al techo de los decorados o a ras del suelo descubriendo los techos de las habitaciones, para presentarnos espacios y personajes.
  • El maquillaje es abundante. Tanto maquillaje muestra unos actores con los rostros limpios, muy perfilados, que parecen pintados. Esto facilita el trabajo para conseguir que los actores que soporten y signifiquen bien los primeros planos. Los peinados, los flequillos como están cuidados los flequillos.
  • Las lágrimas. Las emociones se muestran con los actores llorando. Hacía tiempo que no veía tantas lágrimas en una serie. Llorar y llorar.
  • El vestuario muy cuidado. La ropa anodina y simple en los personajes secundarios y los vestidos y los trajes en los personajes principales. No existen los escotes ni las minifaldas.
  • La música melodramática. Los momentos más dramáticos son subrayados siempre por la música, una música que se hace presente y toma el protagonismo para construir el momento más dramático y significativo de la secuencia. Como dijo el maestro Douglas Sirk a Antonio Drove la parte "melo" permite que el espectador construya el drama: "Si le quitamos la música que se esconde detrás de la pantalla el cine sería algo muerto". El trabajo musical es muy concreto. Detrás de los temas musicales de la serie hay una industria que los difunde y rentabiliza, Song: 입술을 깨물고 (Biting My Lips) Artists: Super Junior.





Veinte episodios de esta serie coreana. Que me ha permitido seguir la estrategias electorales en Corea. Y comprobar que dichas estratagemas, como en todos los palacios de poder, están rodeadas de muertos, pasados oscuros, cuentas B, intereses bastardos, declaraciones pactadas, etc.
La campaña del candidato Jang Il Joon a la presidencia del gobierno y sus enredos familiares han refrescado mi mes de julio. Mientras aquí los tahúres de turno juegan sus cartas de poder.

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