25 de diciembre de 2012

La realización del mensaje del Rey




Interpretar el mensaje navideño del rey me llama la atención por su propuesta estética, por su estructura visual.  Me interesa analizar la información que, estando dentro del discurso, se queda al margen del su contenido literario.

La estructura de realización deja basa su trabajo en un diseño del punto de vista que aproxima al espectador a un personaje centrado en su trabajo, esa cámara que se aproxima al palacio, descubre desde el exterior un ventanal iluminado y se aproxima para mostrarnos al monarca trabajando en su despacho. Diferente de la propuesta de otros años en los que descubríamos al monarca, en un espacio interior, navideño, sin identificar. La cámara no está frontal, no propone una interpelación directa como en años anteriores, busca un encuadre menos directo un poco ladeado menos dogmático. El realizador se permite un plano americano con la cámara por encima de los ojos del monarca, esto le da al mensaje un tono más informal, menos institucional.

El movimiento continuo de la cámara también propone un nuevo concepto narrativo, le da un poco más de dinamismo. La cámara no está atada a un trípode, y realiza durante todo el discurso desplazamientos de aproximación al monarca.
Los ángulos de la cámara desenfatizan la figura del monarca, hay que destacar que no se dan planos contrapicados y que se nos muestra al monarca con algunos planos picados, impensables en las realizaciones de años anteriores.
El cierre, repite el plano de principio, ya utilizado en el discurso de años anteriores, Un movimiento de grúa, hacia el interior del palacio. Si es una despedida no creo que el plano de aproximación del principio es el correcto, hace con la realización un bucle infinito que nos situaría de nuevo en el comienzo con el plano exterior del despacho, etc.

El efecto de sonido de unas campanillas, que subraya el paso del exterior al interior, no lo he entendido, me ha despistado, me ha parecido ruido más que un elemento narrativo. No he podido encontrar los micrófonos de corbata, por lo que he entendido que la toma de sonido se ha realizado con una pértiga, lo que hace que el sonido tenga más autenticidad y al no ver micrófonos el personaje se percibe más campechano, más natural.

La iluminación, plana, sin ninguna propuesta estética, muy frontal para que no se registren las arrugas, y camuflar la edad del protagonista.

La puesta en escena responde a la idea de partida esa en la que nos proponen la historia de que hemos encontrado al monarca trabajando. El plano exterior del despacho, el primer plano interior americano-picado, el monarca se encuentra de píe apoyado en la mesa, deja los papeles y comienza su discurso, todo muy natural, poco institucional.
En los encuadres nos encontramos con una mesa de trabajo ordenada, con papeles que han sido utilizados o en esperan de ser leídos. Y dos pilas de libros en el entorno más próximo. Mi opinión es que la puesta en escena un despacho, antiguo, una mesa de trabajo de un directivo no modernizado: teléfono pasado de moda y ninguna pantalla que haga referencia a las nuevas tecnologías, un rey del siglo XX.

Sobriedad en el vestido, cortes de traje clásico, color azul marino, camisa y corbata sencillas, sin complementos, ni alfiler de corbata, ni gemelos, ni insignias en la solapa
Por lo demás, fotos de familia en segundo plano, un reloj que marca la hora, y un belén moderno sin buey y sin mula.

Una historia visual un poco contradictoria: modernidad en la intención con los movimientos y los ángulos de cámara y una puesta en escena del siglo pasado en el que el papel es protagonista y no existe ninguna referencia a las Nuevas Tecnologías de la Información.

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