8 de febrero de 2012

AYER VOLVÍ AL SUR

Ayer vi, de nuevo, El Sur, en La2, la película inacabada de Víctor Erice. El hecho de recorrer caminos que conoces y encontrarte con emociones ya vividas tiene su encanto. Y cuando en los pliegues del visionado reconoces nuevas sensaciones el placer es doble.

El lunes comentaba en clase la elipsis que muestra el paso de la infancia a la adolescencia de Estrella, el momento en el que uno deja de sentirse arropado se acostumbra a estar solo. Tengo que reconocer que solo comente el recurso narrativo, el encadenado como herramienta para construir el paso del tiempo.

La primera vez que visioné la película me fascinaron los claroscuros creados por Alcaine y el punto de vista de la niña sobre aquel padre misterioso. Ayer me sorprendí adoptando el punto de vista del padre que dice "¡cuidado con el Carioco!"

Tengo que quejarme de algunas cosas, ajenas a la historia, la calidad de la proyección fue nefasta porque a la película le sobraban rayas y le faltaba contraste. Tampoco me gustó que fuese utilizada como percha para la promoción de la última película de Bollaín.

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