5 de noviembre de 2009

ES EN DIRECTO, ES TELEVISIÓN

El directo, tonto es el directo. Parece que estamos descubriendo el directo ahora con el streaming y la televisión siempre ha sido importante por sus emisiones en directo. La televisión es más televisión cuando emite en directo. El fútbol triunfa en televisión por lo imprevisible de su guión, por lo incierto de su final, nunca se sabe como acabará un partido, el más multimillonario de los equipos puede perder por 4-0.

El directo, en la televisión actual, se ha reducido al fútbol, las manifestaciones de los partidos políticos, las bodas reales, los cotilleos, las tomas de posesión y los conciertos. No ocurren cosas transcendentales en directo y algunas de las que ocurren están trucadas (niño y globo).

Alabamos y destacamos "el directo" y su importancia por un concierto retransmitido por YouTube. Un directo que no deja de ser un espectáculo mecánico, controlado, previsible y con pocas posibilidades de error, porque su puesta en escena lleva decenas de representaciones y la sorpresa se reduce al mínimo.
Existen pocos programas basados en espectáculos construidos sobre el riesgo y la incertidumbre del directo, espectáculos como los conciertos de nuevos grupos, el teatro, el ballet, los toros o el boxeo. Esto no tienen cabida en la programación convencional de televisión.
Los programas en directo con entrevistas y actuaciones, abiertos al error propio que conlleva lo imprevisible de la realidad, no existen o están planificados con mano de hierro, con escaletas tozudas y rígidas.

Si el directo es tan importante para la televisión ¿por qué las cadenas no proponen programas realizados en tiempo real, no falsos directos? ¿Por qué los directivos no se arriesgan con programas de televisión más atrevidos, desenfadados y provocadores?
Por ejemplo las encorsetadas (de estética y de contenido) entrevistas que realiza Jesús Quintero serían un buen directo. Y los programas de libros de Dragó en directo serían mas mordaces e inquietantes.
El retirado programa Dragoladia realizado en directo sería uno de los programas más televisivos de la parrilla televisiva (por favor, no hablo de contenidos, ni de ideologías, ni de cultura). Hablo de espectáculo de televisión. Un programa lleno de crudeza y provocación que desafía todas las estructuras avejentadas de la televisión actual, realizado en directo, se convertiría en algo místico. Con tantos amigos "especiales" en el plató, hablñando en directo, tendría una escaleta de comienzo pero nunca se sabría su resultado final, como el mejor de los partidos de fútbol. Un programa que tendría como referente incierto a los que Adriano Cellentano realizaba en la RAI. (1987, durante el programa "Fantastico", invitó a los telespectadores a apagar sus televisores durante cinco minutos por la paz en el mundo, en 2001 pronunció un largo discurso sobre la ley que rige las donaciones de órganos, obligando a la dirección de la cadena a pedir disculpas).

Pero, miro la caja y ....

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