23 de febrero de 2007

LA TELEVISIÓN: EN DIRECTO.

La televisión parece que ha olvidado una de sus más preciadas características: el directo, el espectáculo hecho en vivo y de cara al público (no solo los deportes) donde el riesgo está en el aire.

Ahora que la Web 2.0 personaliza la televisión (Periodistas 21), este es un camino para adelantarse y procurar un espectador más interesado que se sienta partícipe de un instante único en el que todo sea posible.

Se imaginan el programa de Quintero en directo. Sin censura.
O mejor, un programa que anuncie una aparición en directo de José María García en horas de máxima audiencia.
Seguro que rompería las estadísticas.

En Canal Sur han creado un programa llamado BNB liderado por Miguel Ríos que simula la televisión en directo, todo es falso directo, sus protagonistas están a salvo de imprevistos y el espectador no se va a sorprender con nada, por que todo se ha grabado unos cuantos días antes en los estudios Tomares en Sevilla.

Para cuándo un programa al estilo de los grandes magazines de la RAI, en los que la grandiosa puesta en escena y el directo convierten a sus profesionales en verdaderos realizadores de televisión, y a sus conductores que interpretan, presentan y cantan en directo, en ídolos de la audiencia.

Nuevos productores: ¡Es el directo!, ¡es el directo!.

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