Los siguientes días me he encontrado con felicitaciones por todos los sitios: los profesores y los alumnos no han dejado de agradecerme la visita al teatro. Alguna profesora me ha contado que ya ha aplicado alguna de las aportaciones gramaticales de la obra en la clase. Y los alumnos comentaban como han disfrutado de un gran espectáculo y de una hermosa actividad fuera del centro.
Todos profesores y alumnos me han hablado bien de ese ex-alumno que les ha tratado con excelencia y que les ha permitido vivir una agradable jornada de teatro. Un buen ayudante de producción que, como buen productor, ha sabido satisfacer las necesidades de producción de su empresa y las de los espectadores que han disfrutado del espectáculo.
Y yo no dejo de pensar en lo grandes que nos hacen a los profesores, muchas veces, nuestros alumnos.
También nos hacen grandes los buenos profesores.
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