Parece que surge de nuevo la polémica de si debemos o no debemos subvencionar la producción de películas de cine. Referencias de Periodistas21 a la Conferencia Política del PSOE que anunció la voluntad de renovar el próximo año la ley del cine de 2001 con una nueva promesa de más ayudas para el sector cinematográfico español.
La sociedad debe plantearse algunas cuestiones:
- ¿Es rentable invertir en el cine?
- ¿Es rentable el cine como instrumento para construir la proyección de la imagen de nuestro país en el exterior?
- ¿Qué hacen nuestros vecinos, Francia, Alemania, Inglaterra, subvencionan sus industrias de cine?
Te contesto con un nuevo post para que no haya equívocos. Estoy de acuerdo en las ayudas al cine, pero otro cine.
ResponderEliminarSaludos y gracias por el diálogo.
Gracias Juan por tu contestación. Creo que coincidimos en muchas cosas.
ResponderEliminarA continuación aporto nuevas cuestiones, tengo más dudas que respuestas pero el debate me parece muy interesante.
Es cierto que existe un modelo de industria que necesita de grandes infraestructuras (producción, promoción, distribución y comercialización de los contenidos) para sobrevivir y que este negocio seguirá existiendo.
Mi duda es:
¿Este modelo de industria es posible en España sin subvenciones? Yo creo que no.
Me congratulo del nacimiento de un nuevo modelo de industria en el que los autores pueden acceder directamente al público con sus obras. Modelo abierto en el que muchas personas y pequeños medios y organizaciones pueden producir, distribuir y comercializar sus obras.
Este modelo funciona y lo está haciendo muy bien. Entre otras cosas permite que mis alumnos puedan poner a disposición del público sus trabajos sin intermediarios. Y pienso que hay que potenciarlo porque socialmente es muy positivo.
Mi duda:
¿Cambia el negocio y la estructura de la obra o nace un nuevo negocio con una estructura diferente? Yo creo que son diferentes.
¿Si son negocios diferentes, distintos modelos, ¿por qué eliminar las subvenciones al cine? Las subvenciones se eliminarán cuando este medio no tenga espectadores, no cumpla ninguna función social, y pienso que este no es el momento.
¿No será mejor abrir un debate que obligue al Estado a fomentar con acciones legislativas el nuevo modelo de industria más abierto?
Por todo esto pienso que no hay que cambiar la ley de cine. Y creo que es urgente organizar nuevos procesos legislativos que faciliten soporte a los nuevos creadores y les posibilite para obtener ingresos por sus obras que garanticen su supervivencia financiera.
Comparto contigo la descripción de los nuevos formatos: atractivos e interesantes por sí mismos, con duraciones de pocos minutos y donde se prima el impacto y el ritmo acelerado. Formatos que son fáciles y baratos de hacer. Y también sencillos de distribuir: se pueden ver o bajar sin demandar un gran ancho de banda. No hay que estar preparado para una larga sesión de arte. Simplemente pinchas y lo ves. Si te gusta lo enlazas o lo redistribuyes.